Cuando eres muy muy rico, puedes permitirte tener el jardín que quieras. Entre esos jardines de ensueño hay quienes eligen tener cactus y otros prefieren un follaje más exuberante.
Al pensar en jardines, podemos pensar en un refugio pintoresco labrado de hierbas o plantas perennes. No todo el mundo es Oprah. Deleitar tus ojos con suculentas plantas ya no es un secreto.